Estos fragmentos formaban parte de unas encuadernaciones de influencias coptas, árabes y carolingias de finales del siglo XIV y primera mitad del siglo XVI.
EL tratamiento de restauración consistió en la separación de los fragmentos de las encuadernaciones en las que habían sido utilizados como material de reciclaje, y, a su vez, la separación de fragmentos adheridos entre sí. Una vez separados, se realizó un tratamiento de limpieza húmeda y consolidación en aquellos documentos afectados estructuralmente. El proyecto culminó con la confección de un sistema de conservación y consulta que minimice al máximo su deterioro por uso y consulta de la documentación.