Este pergamino guardado durante siglo enrollados no se podía abrir.
La acción prolongada de la humedad, la proliferación de hongos y su posterior secado enrollado lo había deteriorado de forma que era imposible desenrollarlo de forma natural (fotos 1 y 2).
El tratamiento en cámara de humidificación durante 48 horas a una HR 85% permitió su hidratación y apertura (fotos 3 y 4).
Por medio de tensado y secado el pergamino se pudo alisar (foto 5).
Los desgarros se consolidaron con laminillas de yeyuno-íleon de ternerilla.