En septiembre de 2004 la biblioteca Anna Amalia en Weimar fue pasto de las llamas. El fuego se inició en la sala rococó de la biblioteca. La biblioteca contaba con un millón de ejemplares, por suerte, no todos los libros estaban en el lugar del incendio.

El balance de los daños del incendio se saldó con la pérdida de unos 50.000 libros, sobre todo de los siglos XVII y XVIII, pasto de las llamas; 28.000 se libraron con graves daños producidos por el fuego; 34.000 sufrieron las consecuencias de los chorros de agua que lanzaron los bomberos para sofocar el incendio. Se rescataron otros 28.000 libros, gracias al esfuerzo de los voluntarios que formaron una cadena humana para transportarlos y arrancarlos a las llamas.

Proceso de reintegración mecánica de libros quemados por el fuego