Curso impartido el 19-21 de marzo de 2018 en Barcelona

El agua es un potente disolvente. Sus efectos sobre el papel son beneficiosos. Con el lavado se eliminan productos de deterioro y sustancias de bajo peso molecular que hubiera en el papel, según elevemos el pH del baño eliminaremos más sustancias del papel si, además, incorporamos adecuadamente en el papel metales como el calcio o el magnesio en forma de sales neutras lograremos fortalecer su estructura. Pero, también corremos el riesgo de modificar la estructura del papel, por ello se ha de controlar: