Una “pasión” a la que no puedo renunciar.
Cuando nos miramos los unos a los otros nos damos cuenta que en la vida elegimos distintos caminos para expresar eso que sentimos dentro de nosotros como realización de lo que somos. Esa elección la llaman vocación. Es como una llamada, una “pasión” a la que no podemos renunciar.
Hoy se celebra el día mundial de las vocaciones a la vida religiosa.
Yo he elegido ese camino, he sentido esa llamada.
La vida que vivo no es perfecta…, pero… una y mil veces más volvería a elegirla.
No me siento superior a nadie, ni creo que esa elección me hace. Simplemente no puedo renunciar a esta “pasión” que siento dentro de mí.
Que tengas un buen día,
Mª Dolores